El mal uso de los atriles
Por: Daniel Aranzazu 11A
Este texto plantea una nota de opinión sobre el mal uso de los atriles en la Institución educativa técnica musical Amina Melendro de Pulecio.
En la institución contamos con 200 atriles que nos brinda esta como apoyo para tener material de trabajo en las clases musicales. Estos atriles se dividen en dos grupos: la Banda sinfónica institucional conformada por estudiantes de los grados décimo y once, a la cual le corresponden 100 atriles para su; y la Orquesta sinfónica, conformada por estudiantes de los mismos grados, esta cuenta con los 100 atriles restantes.
La problemática a la que se refiere este artículo proviene del mal uso que los estudiantes le prestan a dichos atriles, ya que, como se ha dicho, estos atriles principalmente están destinados para el uso de la Orquesta y la Banda; sin embargo, los estudiantes los utilizan para otras actividades y no los devuelven.
El ensamble de orquesta o banda no es la única materia musical que se ve en la Institución y que requiere el uso de un atril, los estudiantes también ven Música de cámara y Clase de instrumento, en donde también se necesita este elemento.
Música de cámara es una pequeña agrupación musical de mínimo cinco personas y máximo doce, en donde el maestro exige que cada estudiante tenga su propio atril para el desarrollo de la clase, algunos estudiantes lo hacen, pero los que no, se ven en la necesidad de ir a buscar los atriles de Banda o de Orquesta, pero no los devuelven de donde los tomaron, teniendo como consecuencia que los atriles empiecen a faltar durante los ensayos de estas agrupaciones, hecho que perjudica a los estudiantes que las conformas, porque afecta su comodidad y desempeño en el momento de participar en la agrupación.
Situación similar ocurre con los estudiantes que no cuentan con su propio atril para la Clase de instrumento, con el agravante de que aquí nos referimos a un número mayor de estudiantes que necesitan atril, pues ya no se trata sólo de estudiantes de décimo y once, sino de los estudiantes que desde quinto grado ven esta asignatura y toman estos elementos para usarlos en esa clase, sin ningún control.
Por todo lo anterior, es necesario generar mayor responsabilidad entre los estudiantes para que cuiden los elementos de trabajo musical, en este caso, los atriles, para que los devuelvan cuando los usan y los mantengan en buen estado, para el beneficio de todos.
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