La lectura: un arte que se ha quedado en el olvido

Por: Ana Sofía Morales, 11A

En el año 2011 tomé la decisión de que la música era el camino que quería elegir. Ingresé a la Institución educativa Amina Melendro a la edad de ocho años; todo este lugar era algo nuevo para mí, no estaba acostumbrada a estar rodeada de tanta naturaleza, ni a las melodías que me seguían desde la entrada hasta la salida. 

Todo me sorprendía, era un sueño detrás de cada sinfonía, una luz de paz y esperanza en medio de tanta oscuridad. De inmediato me enamoré de este arte. Tengo muchos recuerdos lindos que me inundan de nostalgia, pero uno sobresale entre todos; fue la primera vez que llegué a un lugar mágico: una biblioteca; estaba muy pequeña, por ende, todo me asombraba. 

Entré y de inmediato tuve una conexión con ella, era una sensación que nunca había experimentado, era como estar en casa, como esos viejos amigos que se dejan de ver por un tiempo, pero, cuando se reencuentran se genera una explosión de sentimientos comprimidos, más o menos eso sentí. 

Quedé encantada, su olor, una característica inolvidable en cada libro, se respiraba un aire fresco y tranquilo, algo así como estar en una playa, su sonido era armonioso, como esa relación entre el océano y las aves. Cada libro tenía un misterio oculto que busca a un lector hambriento, dispuesto a explorar lo inexplorable. Los libros buscan a gente llena de sueños; dispuestos a florecer en tierra fértil. 

Yo regalé mi corazón y tiempo a este lugar, el cual no sale ni en los cuentos de hadas; como recompensa, me ha otorgado enseñanzas de vida conocimientos y sabiduría. No hay nada más increíble que leer un libro que te intrigue o cuestione. 

Generé mi propia cultura y decidí ser yo quien conozca las cosas y no sean otros los que me las cuenten. Estuve así por años, hasta que un día todo cambió, la biblioteca tuvo que ser trasladada de lugar por falta de aulas de clase. La dejaron en un sitio en el cual la magia no fluye igual; ya no es un espacio personal, dejó de ser único y sobre todo, importante. Estoy viendo como todo se desmorona ante mis ojos; ese lugar que por tantos años amé, se quedó en el fondo de un gran salón; como esos juguetes que dejas de utilizar y lo único que acumulan es polvo.

Me duele pensar en las generaciones que vienen, todos esos niños que no van a tener la fortuna de presenciar un lugar tan mágico como la biblioteca, ni van a tener una conexión especial con el libro, convertirlo en ese mejor amigo y compañero de aventuras. Este lugar es importante y lo estamos olvidando, por eso necesito que tú, pequeño soñador, exijas este espacio, que seas como un ave que construye su nido. Eres dueño de tu destino. 

Somos la generación de un país sin memoria que busca a gritos un cambio. Por eso, es muy importante estimular el hábito de la lectura en los jóvenes, iniciando por los de la Institución, inculcarles la necesidad de conocer lugares mágicos y personajes asombrosos, que quede en ellos una semilla de amor y pasión por la lectura.



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