Lo que hay detrás del presente
Por. Karen Lucía Vanegas, 11B
Este pequeño proyecto fue creciendo con el pasar
del tiempo, empezó siendo un bachillerato, que surgía del sexto grado y
finalizaba en el treceavo grado; poco a poco, extendió sus grados, hasta llegar
a manejar la primaria. Hasta el 2008, se manejó el grado treceavo, debido a que
la ley exigía igual cantidad de grados cursados, que, para ese entonces, en
todo colegio o institución era hasta grado once.
A partir de este punto, todo cambio, desde: la hora
de entrada y salida, hasta la organización del horario de clases, pero
¿realmente lo que fue cambiado aportó a el desarrollo de la excelencia en los
dos ámbitos que se manejaban?
En sus inicios, la hora de llegada a la institución era de siete a doce del mediodía, retomando de dos a cinco de la tarde, recibiendo ocho clases de cincuenta minutos, con un receso de diez minutos por cada clase, con una organización en su horario de clases intercaladas, por lo que nunca había tres horas seguidas musicales o académicas, produciendo así, un descanso mental en los estudiantes, mejorando su manera de pesar y acelerando la habilidad mental; mas, hoy en día es diferente el horario, con una jornada seguida de seis y cuarto, hasta las dos y cuarto de la tarde.
Reciben tres clases seguidas, de cincuenta y cinco
minutos y un descanso de quince minutos, por consiguiente, el mismo horario, a
diferencia de que el segundo descanso, es de media hora y finalizan con dos
clases más, teniendo en su horario más de tres horas seguidas de materias
académicas, saturando su capacidad cerebral.
En los inicios de esta institución, todo su
alumnado tenía como plan futuro el ser musico, a pesar de que no todos lo
lograban, debido a las pocas oportunidades que había en ese momento. No es de
extrañarse de que aquellos que entraban por presión paternal, se retiraran del
proyecto si al final no era de sus gustos.
En cuanto a el tiempo libre, anteriormente no se
pensaba ni siquiera en ser desperdiciado, porque tenían que responder a sus
padres con excelentes notas; no importaba que tan bien estructurado estuviera
el horario, siempre habría horas libres (que se daban por ausencia de docente)
en horas de estudio instrumental, elevando así, el nivel musical de la
institución.
En la actualidad, no importa si la música es de sus
gustos o no, los padres creen piensan que solo es cuestión de tiempo para amar
la música, obligando al estudiante a llevar un proceso desinteresado, bajando
el nivel profesional musical de la institución, desperdiciando las horas libres
que se lleguen a presentar, desvalorizando cada vez más el legado de doña
Amina.
Si bien se sabe que en los tiempos de antes se era
más estricta la educación tanto parental como escolar, hoy, la presión ejercida
por los padres de familia en los estudiantes ,tiene más peso en sus decisiones,
que su propia voluntad, y esto, no solo afecta a estos estudiantes a futuro,
afecta a la institución, debido que al tener estudiantes que no valoran ni
están interesados en este programa ,le quitan la oportunidad a aquellos que
quisieran estar ahí.
¿Por qué sucede esto?
La mayoría de los casos, se da esa presión parental
porque en tiempos pasados, ese fue el deseo de los padres de familia, que ahora
intentan vivir a través de sus hijos, lo cual, está mal; el que la música no
sea la carrera escogida, no tiene nada de malo, hay muchas otras carreras que
se pueden escoger en vez de arruinar un gran legado que se ha construido con
esfuerzo por años.
Se evoluciono, colocando ideas nuevas y borrando
poco a poco características y aspectos importantes del origen, lo que en
algunos aspectos de la excelencia contribuyo y en otros no.
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