Mi querida y perdida voluntad

Por: Moisés Augusto Clavijo

¿Donde, miserable, donde estabas?
Jamas me esforcé, y nunca te ví
Nunca me esforcé y jamás te oí
¿Por qué nunca supe que me buscabas?

Perdí mi valioso tiempo jugando
Tiempo que no podías, pero me dabas
Aquel que se iba mientras me hablabas
Y yo solo te estaba ignorando.

Ahora que llegaste, ya es tarde
La arena del reloj se acabó
Y todo esto por ser un cobarde

Me puso de rodillas mi necedad
Y espero, no llegues ya más tarde
Mi querida y perdida voluntad

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