Los de once y su "amor" por la música

Por: Miguel Ángel Torres


Sabemos que cuando no nos enseñan a apreciar algo, nuestro interés se esfuma junto con nuestras ganas de realizarlo. Esto es una problemática que se ha visto en la Institución educativa Amina Melendro, ya que los estudiantes de grados superiores, se han percatado de su gusto por la música cuando el fin de su carrera escolar está cerca.

Hay quien defiende que el amor por la música es algo que se siembra desde pequeños, pero a la hora de ver la música como un área académica, ésta deja de verse como un entretenimiento e inicia a verse como una obligación de ámbito escolar, ya que te ponen a hacer tareas, las cuales debes cumplir o te sacarás una mala calificación; empiezas a olvidar la belleza de la música que tanto te han inculcado, y por ende, las materias musicales te empiezan a aburrir. Sin embargo, cuando los estudiantes empiezan a notar los beneficios y recompensas que la música les ofrece, como ser parte de una agrupación musical, viajar, tener una remuneración por hacer lo que saben y lo que les gusta, se dan cuenta que han perdido mucho tiempo e interés durante todos esos años de estudio, y esta problemática sigue vigente.

Los maestros son un factor clave en la apreciación musical, ya que deben aportar al alumno las motivaciones necesarias para que este pueda regir la carrera; sin embargo, estas motivaciones hacen falta en el desarrollo del estudiante durante todos los años del bachillerato; en mi opinión, los maestros deberían realizar mejor su papel, no solo como formadores de pensamiento, también como incentivadores y apoyos para forjar la personalidad y el aprendizaje de sus estudiantes.

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