El escenario del amor musical y el esfuerzo


Por: Danna Gabriela Álvarez

El domingo 18 de agosto a eso de las 7 p.m. grandes artistas se encontraban tras bambalinas del teatro Tolima, esperando para dar lo mejor de sí en el concierto programado, tenían una mezcla de emociones entre nervios, ansiedad y entusiasmo; el teatro estaba casi totalmente lleno, para mi suerte había conseguido un buen asiento. Luego de esperar durante 15 minutos, se dio apertura al concierto con palabras a cargo de Julia Salvi, la directora de la fundación Salvi , Mateo Vegalara el encargado del Ibagué festival y Alejandro Mantilla como director artístico.

Luego de estos actos, siendo ya las 7:30, se nombra a la primera solista, Laura Hoyos quien en su violín iba a interpretar Carmen una fantasía de Franz Waxman con el acompañamiento en el piano de Juan Sebastián Collazos, una obra bastante conocida y que le permitió demostrar su destreza, buen nivel en el dominio de un sonido impecable y de múltiples posiciones en su violín, después de 11 minutos terminó su primera obra, salió del escenario entre múltiples aplausos de la audiencia, una muestra de una gran acogida por parte de los oyentes, Laura reingresa pero esta vez sin la compañía de un pianista y se dispone a interpretar Entreverao, una  obra compuesta para flauta por Ignacio Ramos, la cual fue arreglada por Mateo Sepúlveda para ser tocada en violín, 12 minutos más tarde finaliza su obra y entra el pianista para acompañarla en el final de su presentación con un bambuco de German Darío Pérez, titulado Ancestro, donde Laura demostró a su público la calidad de violinista que ella es.

A continuación, a las ocho en punto, llega Juan David Vélez con su saxofón listo, aunque un poco nervioso, para deleitar a su púbico con una pequeña Czarda compuesta por Pedro Iturralde, y con la compañía del maestro Juan Carlos López en el piano. Enfrentaba un gran reto, llegar al nivel de Laura Hoyos para cautivar al público, y lo consiguió, fruto de su arduo esfuerzo en el estudio y su dedicación; después de esta obra interpretó Monólogo en el tiempo de joropo, escrita por Carlos Guzmán, en esta obra su acompañamiento no eran más sino ritmos básicos que él iba produciendo con sus pies mientras estaba tocando, este elemento fue algo innovador para el público pues no es algo común en todos los conciertos; para finalizar, tocó una obra muy conocida por toto el público colombiano, nada más y nada menos que Ríete Gabriel, un pasillo de Oriol Rangel en la cual se destacan los diferentes elementos que utilizó para lograr un efecto de carcajadas en su instrumento, el público lo despidió entre aplausos y gritos y no era para menos, pues su interpretación fue muy buena. 

Después de estas grandiosas presentaciones, a las 8:25, llega lo más esperado de toda la noche, la presentación de la Orquesta Juvenil del Conservatorio de Ibagué, bajo la dirección del maestro Italiano Aurelio Zarrelli, interpretando las obras: la gata golosa, Beautiful San Andrés, un concierto para clarinete en mi bemol mayor con el solista Mateo Bautista, Harry Potter, La vita é bella , Walzer n° 3 y Colombia tierra querida. El público estaba encantado pues todas las obras eran muy conocidas y el trabajo que realizaron los jóvenes tocando fue muy bueno, tanto que a las 9:30 ya el final del concierto , el público no se quería ir y aclamaban a gritos otra obra y como era de esperarse, los jóvenes, como buenos intérpretes, complacieron a su público interpretando Fiesta de negritos del maestro lucho Bermúdez, así ,ya 9:50, culminó este gran concierto donde los artistas demostraron todo el esfuerzo y amor por la música.

El domingo 18 de agosto a eso de las 7 p.m. grandes artistas se encontraban tras bambalinas del teatro Tolima, esperando para dar lo mejor de sí en el concierto programado, tenían una mezcla de emociones entre nervios, ansiedad y entusiasmo; el teatro estaba casi totalmente lleno, para mi suerte había conseguido un buen asiento. Luego de esperar durante 15 minutos, se dio apertura al concierto con palabras a cargo de Julia Salvi, la directora de la fundación Salvi , Mateo Vegalara el encargado del Ibagué festival y Alejandro Mantilla como director artístico.

Luego de estos actos, siendo ya las 7:30, se nombra a la primera solista, Laura Hoyos quien en su violín iba a interpretar Carmen una fantasía de Franz Waxman con el acompañamiento en el piano de Juan Sebastián Collazos, una obra bastante conocida y que le permitió demostrar su destreza, buen nivel en el dominio de un sonido impecable y de múltiples posiciones en su violín, después de 11 minutos terminó su primera obra, salió del escenario entre múltiples aplausos de la audiencia, una muestra de una gran acogida por parte de los oyentes, Laura reingresa pero esta vez sin la compañía de un pianista y se dispone a interpretar Entreverao, una  obra compuesta para flauta por Ignacio Ramos, la cual fue arreglada por Mateo Sepúlveda para ser tocada en violín, 12 minutos más tarde finaliza su obra y entra el pianista para acompañarla en el final de su presentación con un bambuco de German Darío Pérez, titulado Ancestro, donde Laura demostró a su público la calidad de violinista que ella es.

A continuación, a las ocho en punto, llega Juan David Vélez con su saxofón listo, aunque un poco nervioso, para deleitar a su púbico con una pequeña Czarda compuesta por Pedro Iturralde, y con la compañía del maestro Juan Carlos López en el piano. Enfrentaba un gran reto, llegar al nivel de Laura Hoyos para cautivar al público, y lo consiguió, fruto de su arduo esfuerzo en el estudio y su dedicación; después de esta obra interpretó Monólogo en el tiempo de joropo, escrita por Carlos Guzmán, en esta obra su acompañamiento no eran más sino ritmos básicos que él iba produciendo con sus pies mientras estaba tocando, este elemento fue algo innovador para el público pues no es algo común en todos los conciertos; para finalizar, tocó una obra muy conocida por toto el público colombiano, nada más y nada menos que Ríete Gabriel, un pasillo de Oriol Rangel en la cual se destacan los diferentes elementos que utilizó para lograr un efecto de carcajadas en su instrumento, el público lo despidió entre aplausos y gritos y no era para menos, pues su interpretación fue muy buena.

Después de estas grandiosas presentaciones, a las 8:25, llega lo más esperado de toda la noche, la presentación de la Orquesta Juvenil del Conservatorio de Ibagué, bajo la dirección del maestro Italiano Aurelio Zarrelli, interpretando las obras: la gata golosa, Beautiful San Andrés, un concierto para clarinete en mi bemol mayor con el solista Mateo Bautista, Harry Potter, La vita é bella , Walzer n° 3 y Colombia tierra querida. El público estaba encantado pues todas las obras eran muy conocidas y el trabajo que realizaron los jóvenes tocando fue muy bueno, tanto que a las 9:30 ya el final del concierto , el público no se quería ir y aclamaban a gritos otra obra y como era de esperarse, los jóvenes, como buenos intérpretes, complacieron a su público interpretando Fiesta de negritos del maestro lucho Bermúdez, así ,ya 9:50, culminó este gran concierto donde los artistas demostraron todo el esfuerzo y amor por la música.

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