Amigos de la naturaleza

Por: Gabriela Ocampo

En la Institución Educativa Amina Melendro de Pulecio, la policía ambiental llegó con la maravillosa propuesta de crear una huerta donde los estudiantes tomáramos la iniciativa de realizar cultivos de distintas clases de frutas (las cuáles podamos nosotros mismos comer) plantas y flores. Está idea se propuso para incentivar a los niños y jóvenes a perseverar el medio ambiente, saber la importancia de él y cómo debemos cuidarlo; ya que muchos de nosotros somos más propensos a asumir la idea de qué es vivir en un ambiente natural, sano y libre de contaminación.

Por otro lado, la policía ambiental nos trajo otra muy buena idea, que el desarrollo de la huerta lo valieran como horas de servicio social; al escuchar está propuesta algunos estudiantes de grados décimo y once quisieron participar en este proyecto. Ellos se dieron el nombre de AMIGOS DE LA NATURALEZA.

La mayoría de ellos ha indagado sobre la problemática ambiental que está ocurriendo en el mundo en torno a la crisis climática que nos está afectando a todos, bien sea por el derretimiento de los polos que hace que los mares suban de nivel afectando las islas y ciudades costeras, o bien por los incendios forestales que afectan los bosques que por la temperatura tan elevada; tantos problemas ambientales ¿y nosotros qué podemos hacer? Ya sea la cosa más mínima como sembrar ayuda, como lo empezaron a hacer los estudiantes del Amina Melendro de Pulecio, los amigos de la naturaleza, ellos saben la importancia de este proyecto, lo ven como un proyecto futurista que tiene como objetivo ayudar al mundo con una solución sostenible, que también nos ayuda al desarrollo de incentivar a nuestras generaciones pequeñas, los chiquitos.

Sin embargo, hubo un problema, la huerta que los amigos de la naturaleza habían creado se fue dañando pues algunos estudiantes la pisaron y arrancaron sus plantas, sin saber lo que estaban haciendo; los amigos de la naturaleza al ver esto se preocuparon bastante, pues ya no tenían recursos para arreglarla, pero uno de ellos se le ocurrió la gran idea de reunir dinero entre todos para lograr reconstruir la huerta. Lograron restaurarla encerrándola donde nadie pudiera entrar a dañarla, convirtiéndola así en una estable y bonita huerta de nuestra Institución.

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