Do, re, mi, fa, sol, la, si
Por: Rafael Rodríguez Aguirre
Notas que viajan por el aire, deleitando los oídos de los espectadores y alegrando en gran manera su corazón.
Bancas que han sido testigos mudos de magistrales interpretaciones, que si hablar pudieran, darían fe del esfuerzo y dedicación de pequeños y grandes artistas que con pasión y entrega han perpetuado el arte musical. Esta labor ha sido desarrollada de manera constante por la Institución Educativa Técnica Musical Amina Melendro de Pulecio, que en sus 60 años se ha caracterizado por trabajar en el ámbito musical con la niñez.
Los conciertos institucionales se llevan a cabo en diferentes escenarios donde el ejército de músicos desenfunda sus armas para disparar acordes que despiertan las más sublimes emociones en el corazón de aquel hombre cano que hace una remembranza de su transitar, pero también en el de aquel niño que se sorprende con la melodía nunca antes oída. Como dijo Magdalena Martínez: la música es el arte más directo, entra al oído y va al corazón.
Gracias a los conciertos del Amina Melendro, espero seguir deleitando mis oídos y mi corazón concierto tras concierto.
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